Hank (32)
Me desperte sin resaca y me di un buena ducha. ¿Alguien conoce un invento mejor que el agua caliente?
Necesitaba desayunar. Si se le puede llamar asi cuando se hace a las 7 de la tarde. Mis reloj vital estaba bastante jodido. Era noviembre y hacia dias que no habia visto la luz del sol.
Ahora vivia en aquella casa, extraña pero a la vez acogedora. Parecia encantada de tener a su nuevo inquilino. Si incluso a veces me recibia con las luces encendidas...
Saque el zumo de naranja y una botella de vodka. Nada mejor para empezar bien el dia. Al cerrar la nevera vi que habia colgado un papel con algo escrito en uno de los imanes. Un gato negro esperando una caricia. ¿Como habria llegado aquel iman a "mi" nevera"?
"Llamar a Amanda. Libro dedicado"
Vaya. Ya me acuerdo. Y ya entiendo porque lo deje debajo del gato negro. Menuda pantera con forma de mujer.
Despues de un nutritivo "desayuno" busque mi movil entre los montones de libros que decoraban el salon. Parecia que hubiese pasado un huracan por aquel lugar. En la proxima fiesta recomendare que los que queden sobrios se queden a arreglarme la casa. Mala idea. Nunca queda nadie sobrio.
Amanda estaba todavia trabajando. Era comercial de una gran multinacional dedicada al mundo de las telecomunicaciones. Que bien sonaba aquello. Cualquiera sabe lo que podria ser. Me dijo que no podia hablar en esos momentos, pero me dio la direccion de un restaurante y una hora. Las diez en punto. Tenia una cita.
Me puse los vaqueros, un sueter y una americana recien salida de la tintoreria. Me peine como pude y me fui hacia el restaurante. Faltaban casi 3 horas, pero conocia un bar a un minuto de alli. Necesitaba tomarme algo para rebajar los nervios. Me pasa siempre que estoy ante un camino que se divide en dos. Y necesitaba estar sereno para poder decidir.
Hacia un frio de cojones.
Mierda! El libro dedicado!